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Panadería Carmen Gloria Marcando tendencias en Iquique



En calle Genaro Gallo 2639, en el área central de la ciudad de Iquique, se encuentra la panadería Carmen Gloria, un establecimiento con 42 años de trayectoria y una gran tradición en la zona, que se orienta principalmente a la elaboración de panes soft (hamburguesas, brioche y lenguas) para ventas al por mayor y al detalle, además de contemplar el servicio de reparto para restaurantes, hoteles y sandwicherías de esa capital regional.



Este negocio fue creado por Héctor González y su padre Melquiades, quienes continuaron una larga historia familiar que nació en las salitreras, donde su abuelo vendía levadura y don Melquiades fue dirigente de los panaderos.

Tras retornar a Iquique, Melquiades González abrió en compañía de un yerno la panadería O’Higgins, pero luego de unos años esa sociedad se deshizo y comenzó a trabajar con su hijo para dar vida a la exitosa panadería Carmen Gloria. “Yo realmente nací entre canastos y tengo los mejores recuerdos de mi infancia. Luego trabajé con mi padre y un cuñado, ambos ya fallecidos, de quienes aprendí mucho”, señala don Héctor, quien hoy ya tiene 73 años y ha entregado su vida a la actividad.



Reconoce que la panadería es muy demandante, pero se siente agradecido de ella, porque le permitió educar y dar un buen pasar a sus 4 hijos: Carlos, Carmen, Marta y Marcela. Y en esa labor siempre ha compartido el esfuerzo codo a codo con su esposa, Berta Barraza, quien se ha ocupado de las labores administrativas y financieras, mientras él se ha hecho cargo del área de producción.

Durante 40 años trabajaron de lunes a domingo, en extensas jornadas que iban desde las 06:00 a las 23:00, en horario continuado, lo cual en la práctica los ha obligado a estar pendientes del negocio casi 24 X 7. “Recién con la pandemia disminuimos un poco el ritmo y nos mantuvimos así para poder estar algo más relajados. Ahora sólo abrimos entre lunes y sábado y comprobamos que igualmente se puede andar bien. Es sólo cuestión de voluntad”, agrega.


En la actualidad, panadería Carmen Gloria entrega unas 10 mil unidades semanales de pan para sándwiches, aunque también ofrece otros productos de pastelería como berlines, pan de huevo, galletas artesanales, pasteles, tartaletas, pie de limón, brazos de reina, croissants, donuts, cocadas, palmeras, dulces chilenos y tortas, que acaparan la atención de sus fieles clientes.

Asimismo, vende productos de coctelería como mini sándwiches y canapés y otras opciones para la comida como sándwiches de miga y pizzas. Y es que cuenta con patente de minimarket, lo que le da la posibilidad de comercializar variados productos, tales como bebidas, abarrotes e incluso algunos vinos.

Sobre la imagen que hoy tiene el pan entre los consumidores, Héctor González advierte que no debemos bajar la guardia en relación a defender sus bondades para que la gente comprenda y no olvide los múltiples beneficios nutricionales que aporta. “En lo personal voy a comer pan hasta el día en que me muera, porque me encanta y lo encuentro tremendamente saludable”.

Y en cuanto a las preferencias y gustos tradicionales de los iquiqueños, nos comenta que existen 2 preparaciones clásicas que no se pueden dejar de probar si es que se visita esa ciudad: “Una es la marraqueta con mantequilla y aceitunas de Azapa y, la otra, es la marraqueta con mantequilla y albacora a la plancha”.


Nueva generación

Hoy don Héctor trabaja en la panadería junto a su hija Marta, quien es ingeniero comercial y durante 6 meses estuvo en Estados Unidos siguiendo un curso en ciencia y tecnología en panificación. Ella es la cuarta generación que ingresa a la actividad y se siente muy orgullosa de hacerlo en un establecimiento al que considera líder en el ámbito regional. “Nosotros siempre hemos estado marcando tendencias en Iquique. Mi papá empezó a fabricar y vender pan de hamburguesas y lenguas cuando nadie lo hacía. Luego introdujo el brioche y de a poco se fue masificando”.

Respecto de su experiencia en USA, nos cuenta que “el curso fue en Kansas y lo hice porque sentía que necesitaba los conocimientos técnicos adecuados para poder dirigir a los panaderos. Allá aprendí un montón sobre recetas y fórmulas, pero también sobre el uso de maquinarias y acerca de varios aspectos que tienen que ver con la producción y las finanzas. Éramos sólo 3 personas de Latinoamérica y yo la única mujer del continente relacionada con la panadería artesanal, porque la mayoría trabaja en grandes plantas. Había 2 argentinos y 2 mujeres más, una norteamericana y otra de China”.




Marta González se desempeña como gerente de gestión de la panadería y su apoyo ha sido fundamental en todas las áreas del establecimiento, pasando por los temas de producción, administración, finanzas, compras e imagen corporativa para la renovación del local y su presencia en redes sociales, por ejemplo.

Sobre lo que esperan potenciar en el futuro próximo, indica que van a desarrollar una línea de pastelería saludable, sin azúcar, e igualmente esperan avanzar en la producción de panes con masa madre. “La idea es aprovechar nuestra trayectoria para seguir marcando pautas e innovar como lo hemos hecho siempre. Sin embargo, creo que la renovación no sólo debe apuntar a los productos, ya que en estos momentos la verdadera diferencia la genera la calidad del servicio. Todos hacen pan, pero el buen servicio es algo distintivo”, puntualiza.

En tanto, Héctor González dice que espera retirarse en un año más, para tener mayor tiempo libre y poder disfrutar como corresponde a sus 12 nietos, 2 de los cuales tienen sólo meses de vida.


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